¿Se puede a través del horror de la guerra encontrar el amor de tu vida? «Hay dos sensaciones que siempre se recuerdan a lo largo de la vida: la primera vez que la persona amada sostiene tu mano y la primera vez en que un bebé recién nacido te toma de un dedo. En esos precisos momentos quedas unido al otro por el resto de la eternidad». En la Praga de los años treinta, los sueños de Josef y Lenka se hacen añicos ante la inminente invasión nazi. Décadas más tarde, a miles de kilómetros de distancia, en Nueva York, dos extraños se reconocen a través de una mirada. El destino les otorga a los amantes una nueva oportunidad. Desde la comodidad y el glamour de la bulliciosa Praga antes de la ocupación, hasta los horrores del nazismo que parecían devorar a Europa entera, Los amantes de Praga revela el poder del primer amor, la resistencia del espíritu humano y la fuerza de la memoria.
"- Lenka- me dijo, negando con la cabeza-. No puedes cargar con todas las penas de este mundo. - No, pero sí puedo cargar con las penas de mi familia. " La vida de Lenka ahí transcurre como parte de un departamento técnico donde usa sus habilidades artísticas y va narrándote cómo es el día a dí imaginarte mil y una dificultades que ellos las sufrieron... No voy a contarte dónde se encuentran tras acabar la guerra, pero ya sea por azares del destino o por otra cosa, lo que debería haber sido fácil siguiendo un plan trazado se convierte en una vida totalmente distinta. En definitiva, toda una vida marcada por la guerra, por las decisiones tomadas con el corazón y una historia de amor breve pero intensa que les estuvo acompañando durante cada uno de sus días te gustan las historias de amor en tiempos de guerra no puedes dejar de leer ésta.
Otra historia más ambientada en la Segunda Guerra mundial, pensaréis algunos. Lo cierto es que no deja de atraerme este tema y esta ambientación. Casi siempre suelen aportarme algo nuevo, en este caso como lo vivieron los judíos en República Checa. GÉNERO: Novela histórica Mi opinión Nos trasladamos a Praga en el año 1938. Lenka es una chica judía de familia acomodada y su pasión es el dibujo, por lo que comienza a estudiar en una escuela de arte. Gracias a la amistad con una compañera, conocerá a su hermano. Josef siguiendo la tradición paterna, está estudiando medicina. Lenka y Josef se enamoran perdidamente y al poco tiempo se casan; cuando la amenaza de la invasión nazi es inminente. La familia de Josef consigue pasajes para huir a Estados Unidos incluyendo a Lenka pero no al resto de su familia. Aunque ella decide quedarse con sus padres y su hermana en Praga, en contra de la voluntad de todos. La pareja promete reencontrarse en America. A los pocos meses, Lenka y su familia son enviados al campo de concentración de Terezín, donde podrá seguir dibujando como parte de su trabajo diario; gracias a eso y a la esperanza de reencontrase con Josef, conseguirá sobrevivir y resistir día a día.
Josef y Lenka comienzan una bella historia juntos que transformará sus vidas y se verá trastocada por la pasiva pero demoledora invasión alemana a su país. El amor y la pasión que siente Lenka por el arte será su salvavidas en los campos de concentración, y nos abrirá paso a través de una historia más desconocida y olvidada: Terezín, el campo de concentración checo que los alemanes mostraron a la humanidad como una ciudad ejemplar reservada a los judíos y que resultaría ser algo mucho más siniestro y engañoso. Alyson Richman hace reflexionar al lector sobre lo que pudo ser y no fue, la incertidumbre de un futuro incierto y en manos ajenas y la crueldad del ser humano. Nos enseña a través de su narración como a veces la vida da un giro de 360º sin ser nosotros los artífices de ello, y como un pequeño suceso puede provocar una reacción en cadena incontrolable. Debido a que la historia está basada en un hecho real, las innumerables, y en su gran mayoría, dolorosas experiencias que atraviesan ambos protagonistas, consiguen provocar en el lector más de un estado de incredulidad y reflexión que nos harán volver la página otra vez para volver a revivir lo que a otros les hubiera gustado borrar de su recuerdo.
Los alemanes incluso permitieron en junio de 1944 que una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja lo visitara, para lo cual adecentaron el campo. Se obligó a que los prisioneros seleccionados fingieran con su mejor aspecto que llevaban una vida tranquila y feliz, con buena comida e incluso presentaron viandas a los visitantes producto de una panadería. Además, los prisioneros simulaban pasear por las calles como si fuesen libres, en compañía de niños y de supuestas esposas. Cuando se les interrogaba, contestaban con frases aprendidas de antemano de elogio a sus carceleros. Se instalaron cafés y hubo una cierta actividad cultural. Se pretendía mostrar lo bien que les iba a los judíos bajo los "beneficios" del Tercer Reich. Incluso se rodó una película con el título de Der Führer schenkt den Juden eine Stadt (El Führer regala una ciudad a los judíos), para transmitir esa sensación. Tras terminar el rodaje de la película, la mayoría de los actores y el propio director fueron deportados a Auschwitz.
Título: Los amantes de Praga Autora: Alyson Richman Género: narrativa histórica Editorial: Planeta Sinopsis: En la Praga de los años treinta, Lenka, una joven estudiante de arte, se enamora perdidamente de Josef. Ambos se casan, pero, al igual que muchos otros compatriotas, sus sueños se hacen añicos ante la inminente invasión nazi y deciden huir a Estados Unidos. Sin embargo, en el último momento, Lenka decide quedarse en Praga. En Estados Unidos, Josef se convierte en un obstetra de éxito y rehace su vida. Sin embargo, nunca olvidará a su primer y único amor, al que cree haber perdido para siempre. Pero en Terezin y Auschwitz, Lenka sobrevivirá gracias a la memoria de un marido al que cree que no verá de nuevo y a su talento artístico. Décadas más tarde, un inesperado encuentro en Nueva York ofrece una segunda oportunidad a los amantes. Si has estado por aquí un tiempo sabrás que las historias de amor en tiempos de guerra son mis favoritas, tienen esa intensidad tan particular que los hace ser mucho más y aquí, ciertamente, hay muchos de esos ingredientes, aunque me ha faltado un poco más de resolución para considerarla perfecta.